La estación de Gloucestershire estaba a más de una hora de Oxfordshire, donde había recogido a la chica. Conociendo la larga distancia entre las dos direcciones y el extraño comportamiento de la joven, Arora sintió un desasosiego; sin embargo, no pudo explicarlo.
Sabía muy bien que la dirección de su pasajero no era de su incumbencia. Pero sintió que a esta adolescente no le estaba yendo bien. El simple hecho de que tuviera que tomar un taxi a una estación a más de una hora de distancia le preocupaba.
