Un perro sordo cambia para siempre la vida de una niña
Karl
Karl es un bóxer de 5 años y 65 libras. Pero no es un perro corriente. Es un perro guardian, y su trabajo es servir y proteger. Aunque su carrera no era muy reconocida, se convirtió en un héroe para muchos niños que lo necesitaban, pero especialmente para una niña en concreto.
Hay momentos en los que los niños necesitan apoyo, como por ejemplo testificar en un tribunal. Para eso se creó el Programa K-9 del Condado de Orange. El programa empareja a niños con perros de terapia, quienes les sirven de apoyo en uno de los momentos más difíciles de sus jóvenes vidas. Los perros están ahí para ayudar a los niños durante grandes partes del proceso: se quedan con el niño con el que le emparejaron durante las declaraciones y otros interrogatorios, durante el juicio y a veces incluso después, si estos lo necesitan.
Karl es un perro del circuito K9, y aunque él mismo tiene necesidades especiales, como pronto descubrirás, tiene una ventaja especial sobre el resto de su unidad.